A fines de octubre, el Gobierno de Córdoba suspendió el grabado de autopartes y denunció a Grababus, la empresa que tenía la concesión, por deudas millonarias en el Impuesto de Sello e Ingresos Brutos.
Casi un mes después y luego de nueve allanamientos en tres provincias, detuvieron al dueño de la firma, Jorge Alberto Sorensen, en Mendoza, y posteriormente a sus dos hijos, Juan Alberto y Pablo Alberto, en Buenos Aires. En este momento están siendo trasladados a Córdoba para continuar con el procedimiento judicial.
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De acuerdo a lo que indicó el fiscal de Delitos Complejos, Enrique Gavier, a ElDoce.tv, quedaron imputados por evasión fiscal simple y evasión fiscal agravada y reiterada. Este jueves o directamente la semana próxima serán llamados a declarar.
"El monto de la denuncia incial con relación al Impuesto de Sellos era alrededor de 12 millones de pesos. Pero como se incluyó de oficio la investigación por el impuesto a los Ingresos Brutos, la cifra podría elevarse considerablemente. Hay versiones de que la deuda llegaría a los 40 millones de pesos", agregó Gavier.