Es una obra descomunal, que seguramente se convertirá en una de las postales más buscadas de Córdoba. Pero al nuevo puente sobre el lago San Roque no se le sacará todo el provecho que se suponía.
Es que la obra había sido planificada como la primera parte de la Autovía Punilla. La puerta de entrada a un corredor que avanzaría hasta Cosquín, la Falda y, finalmente, La Cumbre. Pero el proyecto, más allá de este primer tramo, está frenado.
Las protestas generadas por la traza sobre el faldeo de la montaña que estuvo a punto de licitarse, llevaron al gobernador Schiaretti a frenar el proceso. Y aunque se anunció que la autovía pasaría por el oeste de las zonas urbanas, aún no fue presentada en detalle, sobre todo por las dificultades para establecer por dónde atravesará la zona urbana de Bialet Massé.
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El nuevo puente, que tiene 325 metros de largo, agiliza el tránsito desde y hacia la Comuna San Roque, donde termina la nueva obra que será habilitada al tránsito el próximo lunes. El último kilómetro antes de llegar a esa localidad de Punilla (la bajada del puente, si se lo cruza en dirección sur-norte) es una ruta de un solo carril por mano.
El presupuesto invertido en el tramo a inaugurar es de alrededor 4.300 millones de pesos a valores actuales. Según declaró a El Doce el ministro de Obras Públicas y Financiamiento, Ricardo Sosa, el Estado nacional no cumplió con los aportes comprometidos en la obra.
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