En plena campaña antes de las PASO, Alberto Fernández renovó una de las propuestas más polémicas del kirchnerismo: hacer de Internet un servicio público que dependa del Estado nacional.
"La biblioteca de hoy se llama Internet. Es impensable vivir en un mundo donde la conectividad no llegue a todos. Se enojan porque dije que Internet es un servicio público... que se enojen, vamos a hacerlo un servicio público para que llegue a todos y todas las argentinas", advirtió el Presidente.
La iniciativa fue duramente criticada por distintos sectores y dirigentes de la oposición. Entre ellos, Rodrigo De Loredo, precandidato a diputado nacional por Cambiando Juntos y ex titular del ARSAT, planteó que "es una burrada".
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"Ya lo declararon servicio público en agosto del año pasado. El problema es que la declaración de servicio público en Argentina y en el kirchnerismo siempre trajo aparejados estos condimentos: control estatal, control de precios y participación excesiva del Estado en la actividad privada", analizó en Noticiero Doce.
En ese sentido, expresó que "tarifar los precios tiende a conseguir exactamente resultados distintos de los que dicen buscar" y marcó que "ni en Europa ni en países desarrollados hay controles de precios o tarifas".
Por último, lamentó las consecuencias de la propuesta que lanzó el mandatario: "Esos discursos aumentan fuertemente la incertidumbre: las empresas dicen 'no, con estos tipos que de un día para el otro me sacan un decreto, no pongo un peso más acá'. Es historia repetida".