La familia Kirchner no debe estar muy contenta con el regalito que Víctor Manzanares les dejó en esta Navidad. El ex contador de Cristina admitió ante la justicia diversas irregularidades realizadas por la sociedad Hotesur, que integran la ex presidenta y sus hijos Máximo y Florencia.
Hace unos días, se conoció que Manzanares confesó haber borrado con "liquid paper" los libros contables de la empresa a pedido de Cristina. Y ahora, que reconoció que el Hotel Alto Calafate operó de manera irregular.
El hombre que manejó los libros contables de los Kirchner desde 1976 hasta hace un mes admitió que el hotel no tenía clientes y que era utilizado por Lázaro Báez a cambio de millones que el empresario le pagó a los Kirchner en concepto de alquiler, según publica hoy el diario Clarín.
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El contador de Cristina declaró ante el juez Julián Ercolin y los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques en la causa que investiga si los Kirchner usaron los hoteles para lavar dinero que provenía de la corrupción a través de Báez, uno de los grandes beneficiarios de la obra pública en Santa Cruz.
Según Manzanares, la función del empresario K, también preso, era más la de un "inquilino fantasma" que la de un "locador". Además, pidió que realicen auditorías a las cuentas de los Kirchner y de Hotesur y que investiguen el rol que jugó el Banco Central a través de la Superintendencia de Entidades Financieras.