¿Y dónde está el piloto? En muchos calefones nuevos, el sistema de encendido de la llama se activa con una pila. Cuando se abre el grifo, se prende; cuando se cierra, se apaga.
En cada aparato, este procedimiento sencillo y básico permite ahorrar hasta medio metro cúbico de gas por día. O lo que es lo mismo: 15 metros cúbicos por mes o 180 por año.
Un proyecto del bloque de la Alianza Cambiemos entró al Congreso para ser tratado por la Comisión de Energía. La iniciativa busca reducir el consumo domiciliario del combustible gaseoso con un cambio de hábitos.
También intenta bajar en una decena el número de los 76 barcos importadores de Gas Licuado que entraron al país en 2016. Con otros cálculos, esta medida permitiría evitar el derroche de casi 70 millones de dólares anuales.
Según Andrea Heins, subsecretaria de Ahorro y Eficiencia Energética del Ministerio de Energía y Minería, la ley debe impulsar la fabricación y venta de calefones eléctricos. En la presentación del Plan Estímulo al Ahorro que será lanzado en pleno invierno, la funcionaria dijo que ahora está en manos de los legisladores poner la fecha límite para comercializar artefactos de fuego ininterrumpido.
La nueva norma impulsada por la senadora radical mendocina Pamela Verasay pretende ser acompañada por una medida del ejecutivo que posibilite el acceso al crédito para los consumidores. "No sirve fabricar calefones que no se puedan comprar", subrayó.
En el país, el parque de los sistemas de calentamiento de agua está compuesto en un 70 por ciento por termotanques, un 25 por ciento por calefones y un 5 por ciento por otras alternativas.
Aunque suene paradójico, para evitar el consumo y gasto de calorías, los ciudadanos pueden aprovechar alguna "venta caliente", tan habitual en estos días.