La historia de José López parece no tener fin y cada día se conocen nuevas informaciones en torno al convento de General Rodriguez.
Ahora, se agrega un capítulo más a la corrupción que envuelve al exsecretario de Obras Públicas. El fallecido monseñor Rubén Di Monte, obispo emérito de Luján, contaba con ocho cuentas en distintos bancos, entre los que se encuentran Galicia, Nación, Provincia, Frances, Supervielle, Santander Rio, Bisel y Macro.
En los dos últimos bancos, Di Monte poseía cuentas corrientes para personas jurídicas, es decir, cuentas corrientes de personas que poseen algún tipo de empresa o entidad. Estas entidades son dos fundaciones, registradas ante la AFIP y con número de CUIT, pero sin ninguna cara visible, autoridades, ni tesoreros.
Se tratan de la Fundación Virgen Santa María de Luján y la Asociación Misioneras de Nuestra Señora de Fátima. De esta última depende el Monasterio de Nuestra Señora del Rosario de Fátima Monjas Orantes y Penitentes de General Rodríguez, en donde López fue detenido con nueve millones de dólares y un fusil.
Pero, las sorpresas continúan porque La Fundación Virgen Santa María de Luján tiene un número de teléfono fuera de servicio y su domicilio fiscal es el estudio de abogados Petracchi. Alberto Petracchi, su titular, es un ex juez y director del Banco Central. En tanto, la otra fundación tiene como domicilio fiscal la dirección del monasterio.