En medio de las luchas gremiales en todo el país, por la reapertura de paritarias y el bono de fin de año, los diputados y senadores le ganaron claramente a la inflación: trascendió que cobraron este mes con un aumento que ronda el 47 por ciento. Con este incremento, los legisladores nacionales cobraron en promedio 85 mil pesos de bolsillo.
Sin embargo, ese monto sube significativamente si se tiene en cuenta el aumento que también recibieron en el cobro por desarraigo (para quienes son del interior) y los pasajes aéreos (canjeables por dinero en efectivo si no se usan). El monto puede llegar hasta los 141 mil pesos, según calculó La Nación.
Algunos congresistas consideraron injusto el incremento en sus ingresos, que ya había aumentado en marzo un 31 por ciento. El diputado Néstor Pitrola, del Frente de Izquierda y los Trabajadores, fue uno de los primeros en hacer público su descontento.
En diálogo con radio Mitre, Pitrola contó que se enteró del aumento con el recibo de sueldo y cuestionó que "nunca hubo un informe" que lo comunicara.
Por su parte, el presidente del bloque de diputados del Frente para la Victoria, Héctor Recalde, cargó contra el Gobierno al considerar que esta suba "es una forma de financiar la política". Además, admitió que hay que "analizar si corresponde" el nuevo monto y fue irónico con los que expresaron sus críticas: "Los que se quejan deben donar la plata al Garraham", dijo en diálogo con radio Milenium.