Desde la semana pasada, Elisa Carrió está recorriendo diferentes puntos de Córdoba debido a una cargada agenda con compromisos políticos. Este martes estuvo en Jesús María participando de una charla con productores, pequeños y medianos empresarios, en la Sociedad Rural. En diálogo con la prensa, se animó a hablar de todo, sin titubear.
La diputada de Cambiemos y líder de la Coalición Cívica Radical, apuntó contra el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, luego de criticar el presupuesto 2019 y declarara que el Gobierno Nacional tenía la responsabilidad de que Argentina “no se desbarranque”. Ante sus dichos, Carrió sostuvo: “Schiaretti tiene que apoyar, porque si no, no tiene obras. No hay bancarrota del país, podemos seguir trabajando con el presupuesto del año anterior”.
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Además, criticó a los gobernadores que durante el gobierno de Cristina Kirchner jamás le reclamaron algo y ahora sí lo están haciendo con el presidente Mauricio Macri, cuando ahora “hay mucha equidad”. Por eso volvió a disparar contra el mandatario cordobés: “Cristina le robaba todos los días la coparticipación, valiente se es siempre o no se es nunca”.
Pero eso no fue todo. También le tiró flores al presidente y volvió a ratificar su compromiso por la reelección de Macri en 2019. “Yo defiendo la República y voy por la reelección de Mauricio”, insistió y agregó que “el descontento social pasa, pasamos del amor al odio los argentinos”.
Carrió no dejó de hablar sobre la crisis económica de Argentina. Consideró que el país está atravesando un momento difícil en lo económico y que se vienen seis meses complicados, pero aseguró que lo ve “muy bien los próximos diez años”.
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Hasta se tomó unos minutos para hablar sobre el distanciamiento con el radicalismo y los fuertes dichos de la semana pasada. Incluso hizo lugar a las bromas luego de que el legislador radical por el departamento Totoral, Carlos Ciprián, le regale un cabrito: “Entre un radical que me putea y uno que me regala un chivo, me quedo con él", dijo entre risas.