Entre octubre de 2017 y octubre de 2018 los salarios argentinos subieron un 26,2 por ciento, mientras que la inflación en ese período de doce meses fue de 45,9 por ciento. Sí, el poder adquisitivo de los asalariados cayó casi 20 puntos, según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
La situación de los informales (trabajadores en negro) es aún peor, ya que recibieron un incremento de 21,9 por ciento frente a un 27,3 de los empleados registrados (27,8 en el sector privado registrado y 26,6 en el sector público).
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A pesar de que fue la variación salarial de octubre (4,1 por ciento) fue la mayor de los últimos 14 meses, las estadísticas oficiales ratifican que los salarios sufrieron su mayor pérdida desde 2002, cuando tras la crisis del 2001 quedaron más de 20 puntos (interanual) por debajo de la inflación.
Esta fuerte pérdida en el poder de compra (que impacta directamente en el consumo y en la actividad económica, lo que genera recesión) se debe principalmente a la devaluación -mayor al 100 por ciento- y a los aumentos de tarifas llevados adelante por el Gobierno de Mauricio Macri.
La industria y la construcción, marcha atrás. Los dos rubros claves sufrieron en noviembre su peor caída de 2018 (resta medir diciembre): fue de 13,3% interanual para la industria y del 15,9 para la construcción.