El Gobierno Nacional busca abrir el debate en torno a un proyecto de ley para combatir los "discursos de odio". De acuerdo a Clarín, fuentes cercanas al presidente Alberto Fernández revelaron que "es una temática que hay que tratar", tal como ocurre "en todos los países del mundo".
La afirmación desde la Casa Rosada se suma a propuestas anteriores en las que se buscaba arribar el tema, teniendo en cuenta que desde el oficialismo adjudican la responsabilidad del ataque a Cristina Kirchner a la oposición y a los medios de comunicación.
En 2020, el caso emblemático fue el de Nodio, un observatorio de la Defensoría del Público encargado de "analizar la violencia simbólica y las noticias maliciosas ya emitidas".
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Según el mencionado medio, el entorno del mandatario afirmó que "Argentina, que tiene un proceso de fortalecimiento de la democracia inédito, con su construcción de convivencia, repudio a los golpes de estado, no violencia, búsqueda de verdad y justicia sin revancha, tiene que ser capaz de dar ese debate con madurez y responsabilidad para seguir profundizando y garantizando la convivencia democrática".
Sin embargo, desde el Gobierno aclararon que la idea está en período de gestación. Además, explicaron que “se llevará adelante con la oposición, los medios, con todos los sectores sociales, ya que el odio afecta a todos".
La iniciativa surgió después de que la titular del Inadi, Victoria Donda, expresara la necesidad de de la sociedad de "tener una herramienta legal que sancione las construcciones discursivas de odio". Sumado a su testimonio, la vocera presidencial Gabriela Cerruti acusó el sábado que "hay periodistas con nombre y apellido que son partícipes necesarios muy centrales de la construcción del odio en Argentina".
Mirada cordobesa
Por su parte, el diputado nacional Mario Negri anunció a Clarín que están "absolutamente en contra de la idea". "No es el odio, les preocupa la Justicia. Esta nueva causa épica que quieren construir y llevarla a una ley no tiene otro significado que no sea ir por la libertad de expresión y opinión de los ciudadanos y de la prensa. No pasarán", agregó.
"La iniciativa se trata de la construcción de un relato que tiene origen en otros países del mundo donde el populismo lo usó para dividir a la sociedad y concentrar poder y restringir libertades individuales”, concluyó.