Ayer Hebe de Bonafini encabezó un acto acompañada de militantes kirchneristas, luego de negarse a declarar ante el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi, quien investiga el desvío de dinero aportado por el Estado al programa "Sueños Compartidos".
Sin embargo, cedió y pidió que le tomen declaración el día lunes en la sede de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo. El abogado Juan Manuel Morente presentó un pedido de eximición de prisión, que fue aceptado por el magistrado. Así, ya no existe la orden para detenerla pero sí se mantiene el pedido de indagatoria.
Esta mañana, Bonafini salió de su domicilio y caminó hasta el edificio de Madres en el barrio porteño de Monserrat. "Con Hebe no se jode", cantaban los militantes que la acompañaban. Su abogado Eduardo Fachal explicó que seguirá su vida normal.
La dirigente de Derechos Humanos podía ser arrestada ya que pesaba sobre ella una orden de captura y fue declarada en rebeldía. Antes de aceptar la eximición, Martínez de Giorgi explicó por qué no la detuvieron el jueves. "Se podría haber avanzado sobre esa valla humana a sangre y fuego, pero no corresponde a mi entender para no avalar hechos de violencia", señaló a Radio Mitre.
El juez negó que se trate de una persecución: "Yo ordené la indagatoria de la Bonafini constructora de viviendas. De ningún modo eso cuestiona su rol como defensora de los derechos humanos". También reconoció que está dispuesto a tomarle declaración en su vivienda, pero aclaró que "nadie lo pidió".