Para Sergio Berni, ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, el colectivero asesinado en La Matanza no fue en el marco de la inseguridad. Horas después de ser atacado con golpes de puño y piedrazos en la manifestación, deslizó cuál es su hipótesis sobre el hecho.
Aseguró que “nada le cierra” porque “no fue un hecho habitual”. “Los delitos siempre tienen patrones, no es común que un auto cruce a un colectivo a la madrugada y no se lleve nada”, manifestó en América Noticias.
Y completó: “Al chofer lo fusilaron, no se resistió. Los delincuentes se llevaron una cartera que no tenía plata y ni siquiera abrieron. No sé si nos tiraron un muerto”.
Berni insistió en que el conductor de la línea 620 de la localidad bonaerense de Virrey del Pino no fue asesinado sino “brutalmente ejecutado porque los testigos dicen que ni siquiera fue un robo”.
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"Usaron un arma típica de sicario. Nos topamos con un armamento que usan delincuentes de alta monta y con una munición que sale una fortuna. Nada nos cierra", subrayó el ministro.
Además, se refirió a las agresiones durante la protesta de un grupo de colectiveros y sostuvo que también había “infiltrados”. “Cuando llego al lugar, desde arriba de un puente una persona que trabaja conmigo me alcanza a gritar ‘mirá que es una emboscada’ y para mí huir no es una opción”, sentenció.
En medio de la interna de la Unión Tranviarios Automotor, Berni sostuvo que las fracciones del gremio fueron a la marcha “no por necesidad de representar a los trabajadores sino por todos los negocios que existen ahí”.
“Son cómplices de los empresarios que no instalaron las cámaras de seguridad en las unidades”, denunció el funcionario bonaerense y remarcó que la Provincia cumplió con la inversión.