Viajaron al Festival de Cine de Cannes para asesoramiento en la realización de una película que nunca se hizo. Pagaron seis mil pesos por alquilar un perro para un spot publicitario que jamás salió en ningún lado. Gastaron más de un millón de pesos en cámaras, lentes, trípodes y hasta un drone.
¿Estamos hablando de los encargados de alguna productora de cine o un canal de televisión? No, son Santiago Juan Rodríguez, el ex interventor kirchnerista de Fabricaciones Militares, y su esposa Bárbara María Grané, vocal del organismo.
El fiscal Eduardo Taiano los imputó por supuesta defraudación a la administración pública. Se hizo cargo de la investigación que comenzó el fiscal Guillermo Marijuan tras una serie de denuncias periodísticas.
El derroche de fondos públicos incluyó viajes por el mundo por 876.603,56 dólares entre los años 2011 y 2015. Entre los destinos de sus viajes laborales figuran Brasil, Colombia, Chile, Perú, Bolivia y China donde fueron en 2015 y gastaron cerca de medio millón de dólares.
Los extraños gastos también incluyen el pago de derechos de autor a la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (SADAIC) para usar dos canciones (“Porque yo te amo” de Sandro y “Radar” de Drago Alem y Schaff Heber). Se abonaron más de 100 mil pesos para utilizarlas en dos avisos publicitarios.
Además, Rodríguez y Grané armaron una base proselitista de La Cámpora en la Dirección General de Fabricaciones Militares. Antes de su llegada, había 603 empleados contratados. Cuando se fueron en 2015 dejaron 1151 personas.