El juez Daniel Rafecas complicó aún más la situación de Julio De Vido. Mientras sigue preso, el ex ministro de Planificación del kirchnerismo fue procesado junto a Daniel Cameron, ex secretario de Energía, y Bautista Marcheschi y Cristián Alberto Folgar Batista, ex subsecretarios de Energía Eléctrica y Combustibles.
En la causa, denominada "Skanska II", investigan negociaciones incompatibles e irregularidades en la ampliación de dos gasoductos que estuvieron a cargo de Odebrecht. La firma brasilera está sospechada por pagar sobornos en Argentina por 35 millones de dólares.
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En este caso particular, habrían dirigido licitaciones a su favor. “Realizaron una serie de actos tendientes a favorecer de la Constructora Norberto Odebrecht para que esta resultara adjudicataria de los contratos para la construcción de la obra denominada “Ampliación Gasoductos TGS y TGN –obras 2006/2008–”, determinó el juez.
Según informó Clarín, los sobreprecios pagados habrían alcanzado los 800 millones de dólares. Para Rafecas, esto configura el delito de "defraudación a la administración pública" ya que los funcionarios "incumplieron los deberes.