Las puertas de la cárcel de Ezeiza están más cerradas que nunca para Lázaro Báez. Por decisión del juez Sebastián Casanello, el pedido de prisión domiciliaria que realizó su abogado días atrás fue rechazado.
Casanello entendió que el empresario kirchnerista puede continuar el tratamiento por hipertensión arterial en la prisión. Además, Báez padece diabetes y otras complicaciones cardíacas.
Médicos propuestos por la defensa de Báez podrán participar de los exámenes médicos en prisión.
El "deteriorado estado de salud" que argumentó el defensor Maximiliano Rusconi no tuvo correlato en la decisión del juez. De todos modos, se ordenaron análisis periódicos en los que participarán médicos propuestos por los Báez, según informó Clarín.
El revés se sumó a los embargos e inhibiciones que confirmó la Cámara Federal esta semana. Los camaristas, inclusive, exigieron que Austral Construcciones y otra empresas vinculadas a Lázaro sigan funcionando para pagar los sueldos de los trabajadores.