Tanto en la Dirección de Vialidad Nacional como en las empresas dedicadas a la obra pública afirman que Sandro Férgola era un peso pesado. Lo describen como una de las piezas clave en la estructura de poder del kirchnerismo, a pesar de que públicamente es un desconocido y que su máximo cargo fue como número dos del organismo.
Se trata de Sandro Férgola, que se vinculó con los Kirchner cuando emigró a Santa Cruz en los años '90 y salió de la función pública con una enorme fortuna, fue detenido el fin de semana pasado, en el marco de la causa de los cuadernos de las coimas.
La captura, ordenada por el juez Claudio Bonadío, se concretó con suma discreción en su residencia del country del Jockey, uno de los más caros de Córdoba capital, donde la mayoría de las casas tienen un valor de mercado de entre 700 mil y 1 millón de dólares.
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Muchos vecinos ni se enteraron del operativo. Es más, la mayoría ni siquiera conocía que en su barrio vivía el hombre procesado por favorecer a Lázaro Báez e investigado por enriquecimiento ilícito. Su patrimonio declarado incluye campos en Córdoba, San Luis y Formosa y más de 20 vehículos registrados a su nombre o de sus sociedades, algunos de alta gama (Audi, BMW, RAM, entre otros).
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También fue mencionado en el testimonio del arrepentido cordobés Miguel Vera, el hombre que conecta las causas de CBI con la de los cuadernos de las coimas. Vera, que reconoció que por sus firmas fantasmas se monetizaron cientos de millones de pesos provenientes de la obra pública, señaló a Férgola como una pieza de ese complejo entramado dirigido a blanquear plata proveniente de la corrupción.