Lázaro Báez se presentó esta mañana ante Horacio Cattani, Eduardo Farah y Martín Irurzun, los integrantes de la Sala II de la Cámara Federal. El empresario había solicitado el encuentro con los camaristas que deben confirmar o no el procesamiento por lavado de dinero que dictó el juez Sebastián Casanello, a cargo de la causa de la "ruta del dinero K".
El dueño de Austral Construcciones sólo estuvo 15 minutos frente a los jueces, insistió en que "es inocente" y que "no entiende por qué está detenido". Sin embargo, no aportó nuevas pruebas ni escritos. También manifestó su preocupación por su familia y aclaró que "lo tratan bien" en la cárcel.
Según el diario La Nación, Lázaro no se refirió a la relación del juez Casanello y Cristina Kirchner. El que si presentó un escrito con datos sobre un supuesto encuentro entre el magistrado y la ex presidenta en la Quinta de Olivos, en el año 2015, fue su hijo Leandro Báez. Además, en el documento, volvió a pedir la recusación de Casanello.
Antes de regresar al penal de Ezeiza, Lázaro se reunió con su otro hijo, Martín en la oficina de la Alcaldía que funciona en los Tribunales de Cómodoro Py. El heredero mayor de Báez también está procesado en la causa pero sin prisión preventiva.