El cordobés Carlos Zannini, candidato a vicepresidente de Daniel Scioli, no es tan conocido para el común de los argentinos, a pesar de acompañar desde el comienzo al matrimonio Kirchner en el gobierno. “El Chino” tiene cuatro hijos. Todos son empleados públicos de la Nación y consiguieron sus cargos después de que su papá llegara a la Casa Rosada. Eso sí, ninguno ocupa cargos jerárquicos.
María Paula es la más grande. Tiene 31 años, es abogada y diplomática. La propia Presidenta le tomó juramento en abril de 2013, cuando egresó del Instituto del Servicio Exterior de la Nación. En febrero de 2014, fue enviada a EE.UU. como cónsul de tercera clase, uno de los escalafones más bajos de la carrera. Vive en Washington y trabaja en la misión argentina ante la Organización de Estados Americanos (OEA). En su primer año como funcionaria, sus bienes crecieron de $ 0 a casi $ 1 millón, según las declaraciones juradas que presentó ante la Oficina Anticorrupción.
Franco Zannini tiene 28 años y es el mayor de los varones. Trabaja en la Lotería Nacional. Ingresó el 2 de mayo de 2011 como contratado para realizar tareas administrativas. Dos años después fue designado, por concurso, "asistente administrativo" de la planta permanente en Promociones y Colectas.
Carlos Justo Zannini tiene 26 años y trabaja en YPF. Ingresó en marzo de 2014 en el área de recursos humanos como "analista de formación". Francisco Zannini es el más chico de los hermanos. Tiene 25 años y, desde enero, trabaja en el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. En su segunda experiencia como empleado público ya que pasó por Aerolíneas Argentinas.