Con gestos de lamento y bronca por lo que pasó el fin de semana en el Superclásico bochornoso y suspendido, Mauricio Macri rompió el silencio y analizó la situación. Además de apuntar contra los violentos y prometer "ir a fondo" con la investigación, le apuntó especialmente a la Justicia.
"No entiendo, ¡no entiendo", se quejó al preguntarse por la rápida liberación de los detenidos y también de los barras que tenían entradas en su casa. "Necesitamos que los jueces, los fiscales, las fuerzas de seguridad y cada uno de nosotros como ciudadanos trabajemos en conjunto para terminar con la violencia. No me voy a resignar", insistió.
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Al señalar que el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, "se hizo cargo" del operativo, el Presidente también cuestionó a "una parte de la dirigencia del fútbol" que "apañe esto, tirar piedras, agredir. No es aceptable, bajo ningún concepto. No puedo resignarme que para organizar un espectáculo haya que militarizar toda la Ciudad, es una locura".
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Cumbre a la vista
Ante la llegada de los principales líderes mundiales, Macri, que estuvo escoltado por Patricia Bullrich y Germán Garavano, intentó llevar calma: "Hay mucho por hacer, estamos trabajando para lo que viene y que es muy importante para todos los argentinos, nunca en la historia hubo una cumbre de líderes como ésta".
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"Esto nos tiene que llevar a la reflexión. Hace dos años y medio enviamos un proyecto de ley contra las barras que va a ayudar a que ningún juez ni fiscal se equivoquen en tipificar un delito, nos va a ayudar a actuar con mayor contundencia. La vamos a presentar en sesiones extraordinarias", concluyó el mandatario.