Fue un jueves agitado. Pero la ola de detenciones de referentes kircheristas, procesados por el presunto encubrimiento del atentado a la AMIA, no detuvo el descanso de Mauricio Macri. El presidente llegó a Córdoba insantes después de que hablara Cristina Kirchner, sobre quien pesa un pedido de desafuero y detención.
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Tal como lo hizo hace exactamente un año, el jefe de Estado eligió la estancia Potrerillo de Larreta, en Alta Gracia, para pasar el fin de semana largo junto a su esposa, Juliana Awada, y su hija, Antonia. Allí estará hasta el domingo.
Según trascendió, Macri y su familia arribaron al aeropuerto Córdoba en un avión oficial y se trasladaron al lugar de descanso en un helicóptero del Gobierno provincial. El viaje del presidente no fue informado oficialmente.
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El año pasado, el presidente había aprovechado el buen tiempo para jugar al golf en el predio que circunda a la lujosa hostería. El campo es considerado como uno de los mejores del país.
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