Con huelga de hambre y controles médicos cada dos horas, Milagro Sala, la polémica dirigente kirchnerista y líder de la organización Tupac Amaru, pasó sus primeras 24 horas en la cárcel.
El sábado, Sala había sido detenida luego de un allanamiento en su casa, acusada de instigar a la violencia. A través de su abogado, presentó un pedido de excarcelación que analiza la Justicia jujeña. Su acampe frente a la Casa de Gobierno contra las políticas del gobernador, Gerardo Morales, ya lleva 33 días.
En la tarde del domingo, la tensión creció luego de que la Justicia ordene liberar el casco céntrico de la capital provincial. El pedido incluyó sacar a los menores que acampan en la plaza de San Salvador. Inclusive, los manifestantes de la Tupac Amaru habían instalado piletas para que los más chicos eviten las altas temperaturas.
Morales, mientras tanto, presentará el lunes una serie de denuncias penales para que investiguen a Sala por el destino de 29 millones de pesos. "Hay 19 expedientes más por los cuales no pueden rendir cuentas y, por lo tanto, ameritarán otras 19 demandas penales", anticipó.