Cristóbal López ya está en prisión después que, esta madrugada, se presentara junto a dos abogados en el edificio Centinela de la Gendarmería Nacional, en el barrio porteño de Retiro.
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El juez Julián Ercolini lo procesó y ordenó su detención y la de Fabián De Sousa, su socio en el Grupo Indalo, quien fue detenido en la tarde del martes.
El empresario que más acrecentó su fortuna durante los gobiernos kirchneristas se encontraba en el sur del país, donde permaneció prófugo durante algunas horas.
Tras pasar la noche en el edificio Centinela, en la mañana del miércoles fue trasladado al Hospital Central del penal de Ezeiza, para que le realicen una serie de chequeos médicos.
La acusación es por defraudación contra la administración pública. También fue procesado por beneficiarlos, aunque sin prisión preventiva, Ricardo Echegaray, titular de AFIP durante el gobierno kirchnerista.
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En la causa, Ercolini investiga la evasión de 8 mil millones de pesos del impuesto a los combustibles que López realizó a través de su empresa OIL. Además, se sospecha que fue testaferro de Cristina Kirchner.
El pedido de detención es por obstrucción a la Justicia. El juez tiene en la mira la venta de acciones de Indalo, que habría violado la inhibición de bienes que pesaba sobre el empresario.