El 3 y 4 de diciembre del 2013, en pleno acuartelamiento policial y con De La Sota volviendo de urgencia desde Colombia, Oscar González quedó al mando del Gobierno provincial. En su declaración como testigo en el juicio contra los policías, relató con detalles el minuto a minuto de la peor noche de Córdoba.
"Yo observé un hecho inadecuado en esos días: la suspensión de un plus que tenía la CAP", advirtió sobre el posible desencadenante de la bronca policial. "El día 2, en la noche del lunes, estaba durmiendo en mi departamento y me llamó el jefe de Policía por un conflicto con el área de patrulla de la CAP, me dijo que era un acuartelamiento y que no respondían a las órdenes", reconstruyó, y aseguró que pidió una reunión "de inmediato".
"Yo observé un hecho inadecuado en esos días: la suspensión de un plus que tenía la CAP", dijo González.
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Luego de ofrecer reunirse en el edificio de la fuerza, González declaró que inclusive quiso ir al corazón de la protesta: "Alrededor de las 3 de la mañana yo le ofrecí al jefe de Policía ir al lugar donde estaba el problema, yo quería ir a hablar con los policías que estaban en rebelión, podía ser útil una charla". Sin embargo, eso no ocurrió porque su interlocutor le dijo "que era peligroso".
Organización
Si bien González afirmó que el acuartelamiento "desde afuera se veía anarquizado" y con planteos "absurdos e imposibles de considerar", aclaró que desde un principio advirtió la gravedad de la situación. "Me di cuenta que los cordobeses íbamos a pasar horas muy amargas. La conducción de la Policía era incapaz de resolver el tema", subrayó.
"Funcionarios nacionales decían 'que los cordobeses se cocinen en su propia tinta".
Por eso recurrió al Gobierno que dirigía Cristina Kirchner y, aseguró, no tuvo ninguna respuesta: “Es obvio que había una decisión de no colaborar. Se supo luego en radiopasillo que funcionarios nacionales decían 'que los cordobeses se cocinen en su propia tinta’".
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En ese sentido, relató que solo logró hablar con secretarios. Ni Jorge Capitanich, ni Florencio Randazzo, ni Sergio Berni lo atendieron. "Berni era una especie de Rambo del tercer mundo, intenté comunicarme con él y no pude", lamentó, y cerró contundente: "Daba la sensación de que había equipos organizados, no era espontáneo, parecía que había grupos tratando de generar mayor daño en la ciudad".
Negociación
González sí destacó el papel de quien fue el negociador por parte de los policías, el abogado Miguel Ortiz Pellegrini. "Cuando el doctor apareció vinculado a la defensa, yo lo llamé y me reuní con él en un bar a la vista de todo el mundo. Su participación fue importante porque había alguien con quien hablar y negociar", evaluó, y concluyó que "el día 4 llegamos a un acuerdo, ya con la presencia del señor gobernador de Córdoba".
De La Sota, ausente
El ex Gobernador está en España para realizarse un tratamiento contra la tinnitus, una patología que genera ruidos molestos en el oído. En los próximos días volvería a ser citado para declarar.
Foto: Karina Vallori / ElDoce.tv.