Fernando Andrés Sabag Montiel está detenido por intentar asesinar a la vicepresidenta. El hombre de 35 años es brasileño y vive en Argentina desde 1993. Junto a sus antecedentes penales, el agresor también arrastra un bagaje de polémicas publicaciones en sus redes sociales.
En su perfil de Facebook, se ocupaba de expresar algunos de sus ideales y preferencias. Quizás la más resonante sea una del 23 de agosto pasado, en la que hizo un descargo tras la polémica que despertó por una aparición televisiva en el canal Crónica.
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En ese episodio, Sabag se había expresado abiertamente en contra de la gente que recibe los beneficios económicos de los planes sociales. Su novia también apareció en cámara y sostuvo una discusión en vivo con una mujer boliviana que cobraba un subsidio, a la que tildó de "vaga".
A su vez, la joven explicó que se ganaba la vida vendiendo copos de azúcar, por lo que también se cruzó con su interlocutora y lanzó un comentario xenófobo.
A partir del intercambio, cibernautas reprobaron la actitud de la pareja, por lo que el detenido hizo un descargo a través de su cuenta de Facebook. "Nos hicieron una nota en avenida Corrientes con mi novia acusándonos de xenófobos y racistas por mandar a trabajar a estos vagos", reza el inicio del mensaje.
En el desarrollo del texto justificó sus dichos y los de su pareja y reveló experiencias personales en contra de las personas que reciben subsidios sin trabajar. Finalmente, sentenció: "No estamos de acuerdo con gente que viene de afuera a ocupar una villa y a vivir de planes, sin trabajar y vender droga. Habría que extraditarlos".
En otras publicaciones, a través de mensajes enigmáticos expresó su malestar ante diferentes situaciones. "Ojalá que esas personas que dicen que no quieren tener hijos queden estériles. A ver si no se arrepienten de lo que dicen", dice un mensaje del 15 de marzo.
El mismo día, expresó otra idea en la que apuntaba a un colectivo bajo el nombre de "la generación de cristal", tal como se conoce socarronamente a los centennials. "Dejen de ser cagones y de cuidar las formas. La verdad que son la generación de cristal: se ofenden si no les hablan, si tardan en contestarles. Son tan superficiales que piensan que querer a una persona solo se basa en las demostraciones de afecto", posteó.
Y agregó: "Respeten los tiempos y espacios del otro. No sean intensos ni absorbentes: eso no es querer. Ustedes no son el centro del mundo y uno no tiene que estar pendiente del otro todo el tiempo".