La Bolsa de Chicago le dejó este jueves una alegría a muchos de los productores argentinos. El precio de la soja mantuvo por cuarto día consecutivo su tendencia alcista, la tonelada aumentó en 10,66 y alcanzó los 650 dólares.
Así, quedó apenas por debajo del máximo histórico registrado: los 650,74 dólares alcanzados el 4 de septiembre de 2012. La cotización de la oleaginosa incluso llegó a perforar ese techo, al posicionarse en un máximo de 655,51 dólares. Sin embargo, no pudo mantener el valor y lo recortó sobre el cierre de las operaciones.
Según proyectan desde la Bolsa de Comercio de Rosario, los buenos precios harán que las exportaciones argentinas generen divisas por US$ 24.009 millones, U$S 381 millones más que hace un año. Esto ocurriría a pesar de una merma del 12% en la producción.
Por qué sube la soja
Según explicó la firma especializada en corretaje de granos, Granar S.A., la corrida se dio debido a “la expectativa de los operadores en ver mañana un nuevo ajuste de las existencias finales estadounidenses 2021/2022 en el informe mensual del USDA”.
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Esto quiere decir que los privados prevén que el stock se achique, y que la campaña cierre en 5,93 millones de toneladas, debajo de los 6,39 millones del reporte de mayo. La menor oferta, hace que los precios aumenten.
A esto se suman los buenos niveles de ventas de las semanas pasadas (que indican una fuerte y sostenida demanda), y la ralentización de las exportaciones de Brasil. Además, influyen los pronósticos meteorológicos extendidos, que señalan que habrá menos lluvias a las marcas usuales para buena parte de las zonas productoras del Medio Oeste.