Procesados y embargados. A falta de problemas con la Justicia, Julio De Vido y Ricardo Jaime fueron complicados por el juez Sebastián Ramos en la tarde del miércoles.
La Justicia investiga a los ex funcionarios, que manejaron miles de millones de pesos durante los gobiernos kirchneristas, por irregularidades en contratos ferroviarios. Los delitos por los que se los acusa son incumplimiento de los deberes de funcionario público y negociaciones incompatibles.
Así, De Vido fue nuevamente apuntado por supuesta corrupción, en el medio del escándalo por los millones que su ex vice, José López, intentaba ocultar en el monasterio. Por ahora, no aparece por la Cámara de Diputados ni dio declaraciones a la prensa.
La situación judicial de Jaime luce más complicada todavía. El cordobés tiene una condena a seis años de cárcel por su responsabilidad en la tragedia de Once, donde murieron 51 personas, y está preso desde el pasado 2 de abril.