Los empleados municipales tomaron las calles de la ciudad de Córdoba en una nueva jornada de protesta del Sindicato Unión Obreros y Empleados Municipales (Suoem). El conflicto con la Municipalidad lleva 13 días y aún no hubo avances en la negociación luego de la exigencia de un 63 por ciento de suba en el semestre.
Una enorme columna de manifestantes llegó al Palacio 6 de Julio al mediodía. Con banderas, bombos y cánticos hicieron su demostración de fuerza. El edificio municipal quedó vallado y custodiado por la Policía de la Provincia.
Rubén Daniele, líder del Suoem, tomó la palabra en un discurso público y eufórico después de dos semanas en silencio. Encabezó la asamblea general y le dejó un mensaje de advertencia a la administración del intendente Martín Llaryora: marcó que la lucha será “hasta las últimas consecuencias”.
“Le digo algo, intendente”, comenzó Daniele y denunció "prevendas, sobornos, intimidación". "Les traigo una mala noticia señor intendente. Los municipales hoy estamos aquí más unidos y organizados que nunca para darle todas las batallas hasta las últimas consecuencias”.
“¿Quién va a resolver esto? Les queda un año. No les importa. Tienen la cabeza puesta allá en la Casa de Gobierno”, dijo Daniele en referencia a las elecciones 2023.
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Y siguió: “¿Ustedes creen que se va por gestión? Está claro que nada. Schiaretti lo puso acá y ahora lo lleva para allá. ¿Y acá? ¡Dios sabrá! Yo no sé quién puta va a ser el próximo intendente ni me calienta. Pero ya le digo al que sea: prepárese o renuncie porque se va a ver con un quilombo acá”.
En esa línea, el sindicalista insistió en que a la actual gestión “no les importa la Municipalidad, no les importa que se choque”. “Este próximo año les vamos a contar las costillas, una por una, ¿y saben por qué? Porque nos vamos a quedar acá defendiendo a la Municipalidad como lo hemos hecho toda la vida”.
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“Hay que saber con quiénes lidiamos”, remarcó ante los miles de empleados. A éstos, así como no les importa un carajo el destino de la Municipalidad, mucho menos les interesa lo que nos pase a nosotros”, remarcó.
Fiel a su estilo, insistió en que no van a resignar nada y disparó con una fuerte acusación: “Hoy nos están cagando el 30 por ciento del salario". "Los miro a todos a los ojos y les pido que levanten la mano: ¿alguien está dispuesto a asesinar un centavo de nuestro salario? Fijate bien Llaryora. ¿Saben qué hago en todas las asambleas? Hay una situación que podemos decir con toda certeza: la plata para ese aumento está”.