¿Hubo negligencia o la falta de ayuda de la Nación fue a propósito? Esa es una de las tantas preguntas que dejó abierto el motín policial del 2013, que terminó con los más dramáticos saqueos de la historia de Córdoba.
Para la fiscal federal Graciela López de Filoñuk, al menos tres funcionarios del por entonces gobierno kirchnerista podrían no haber brindado las respuestas que correspondían. Este miércoles, imputó al exsecretario de Seguridad, Sergio Berni, a la exministra de Seguridad, Cecilia Rodríguez, y del exjefe de Gabinete, Jorge Capitanich.
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"La imputación es por incumplimiento de los deberes del funcionario público. Se investiga si hubo una omisión de los deberes que les cabían durante el motín policial de Córdoba", graficó la fiscal en Noticiero Doce.
Sobre los motivos, se limitó a explicar que "no habrían atendido las llamadas". "No puedo dar mayores detalles, es una causa recién iniciada", indicó.