Una caravana de tractores se dirige hacia Plaza de Mayo en la ciudad de Buenos Aires. El Tractorazo #23A es en rechazo a la presión impositiva -exigen la eliminación de las retenciones- y a la intervención del Gobierno en los mercados de granos y carne. También piden la baja en el gasto público y reclaman por la escasez del gasoil en plena cosecha.
Es impulsado por productores rurales autoconvocados, principalmente de la provincia de Córdoba, Santa Fe y del norte bonaerense y cuenta con la adhesión de más de 200 entidades rurales del país, no así de las que conforman la Mesa de Enlace.
Desde el Gobierno Nacional criticaron la movilización y la calificaron como “una marcha política”. En palabras de la vocera presidencial, Gabriela Cerruti: “Se trata de una marcha política y tiene que ver con otros intereses que defender los derechos legítimos del campo, que es un sector fundamental para el crecimiento de la Argentina. Están marchando por las dudas contra un proyecto que no conocen”.
Por su parte, el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, cambió su opinión en 24 horas. Primero, les advirtió a los productores rurales que “ni sueñen” con ingresar con tractores a la Capital Federal, y luego se desdijo porque el gobierno porteño autorizó la protesta.
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Juntos por el Cambio apoyó el tractorazo y podría sumarse cuando la caravana llegue a Plaza de Mayo. La presidenta del Pro y exministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se expresó en Twitter: “Estamos en contra del aumento de impuestos al campo y a favor de toda la industria argentina”.