Por decisión del juez Julián Ercolini, Ricardo Jaime y su testaferro Manuel Vázquez fueron procesados por los delitos de "peculado de bienes, administración fraudulenta agravada, cohecho, tráfico de influencias y negociaciones incompatibles" con la función pública.
Así, sus situaciones se complican aún más: pasarán de la detención a la prisión preventiva. Además, ambos fueron embargados por 100 millones de pesos cada uno.
Ercolini también procesó a Juan Pablo Schiavi, que sucedió a Jaime como secretario de Transporte K y estaba en el cargo al ocurrir la tragedia de Once. Sin embargo, no le imputó los delitos de coima, tráfico de influencias y negociaciones incompatibles y no pidió la prisión preventiva.
Según la investigación, Jaime pactó la compra de trenes por más de 200 millones de euros y habría pagado 2 millones en coimas. Julián Soba Rojo, marcado como un "prestanombre", y Ricardo Testuri, funcionario que debía controlar los trenes que se compraban, también quedaron procesados.