El excandidato a vicepresidente por el Frente para la Victoria vivió tres escraches en pocas horas. El primero en la cancha de Boca. Los plateistas lo reconocieron entre la gente y comenzaron a insultarlo.
Horas después, tuvo que soportar otra situación similar mientras hacía la fila para embarcar en un vuelo de American Airlines con destino a Miami, en el aeropuerto de Ezeiza.
Pero el momento más incómodo que le tocó vivir fue dentro del avión, antes de despegar. Los pasajeros comenzaron a gritarle en la cara.
Entre ellos estaba Palumbo. Lo insultó, le hizo "cuernitos" y le reprochó en la nuca. “Zannini ladrón, Zannini ladrón, sos un hijo de puta..."; "¡Que lo bajen, que lo bajen!", "Vamos a tirarlo, vamos a tirarlo".
Hoy se conoció que Palumbo es un marplatense maestro de Jiu-jitsu, excampeón mundial. El hombre calvo se dedicó a hacer trabajos de seguridad en los boliches y eventos públicos. También fue jefe de seguridad del Indio Solari.
La repercusión de los escraches públicos contra el hombre fuerte del gobierno “K” aumentó y su excompañero de fórmula, Daniel Scioli, expresó: "Todo acto de intolerancia en una etapa donde se suponía que uno de los compromisos era promover la unidad nacional, la convivencia democrática y el respeto.Esta ha sido siempre mi posición y en particular, lo que hemos visto con Zannini".