El pasado 14 de noviembre, día de las elecciones legislativas, el ministro del Interior, Wado de Pedro, fue el encargado de dar los primeros números de los resultados. En ese momento, empezaron a surgir algunas dudas y críticas por "su manera de hablar".
“Anoche leí en las redes muchas consultas sobre mi manera de hablar. Les comento que tengo disfluencia (o tartamudez) y todos los días trabajo para mejorar y superarme. Les comparto para los que les interese la página de la Asociación”, reveló el ministro en su cuenta de Twitter.
Diego Díaz, de la Asociación Argentina de Tartamudez, contó en Arriba Córdoba que esto “no es una enfermedad y que por lo tanto no tiene cura”. “Es una condición. Cuando se toma a tiempo entre los 4 y 6 años, con una fonoaudióloga especializada, hay muchas chances de revertirlo. Hay tratamientos para controlarlo o mejorar, como hace Wado”, sostuvo Díaz.
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Sobre las causas, contó que ésta es multifactorial y que “tiene un componente genético muy fuerte que se puede dar hasta siete generaciones para atrás, es decir, no necesariamente tiene que haber un padre o un abuelo con tartamudez”. Además, aclaró que muchas personas creen que la tartamudez se presenta en personas nerviosas, y es “solo un mito”.
“Si, por supuesto la tartamudez va a afectar con el tiempo la ansiedad social de la persona, pero no es la causa”, afirmó Díaz. “La tartamudez no limita ni la inteligencia, ni la capacidad y Wado es una persona que lleva adelante su tratamiento, se preocupa por mejorar y la verdad que por eso creo que es tan importante como referente”, concluyó.
+ VIDEO: la palabra de la Asociación Argentina de Tartamudez: