Los yerbateros exigieron un aumento de más del 70 por ciento en el precio de la hoja verde. Aunque la suba no impactaría de forma directa en las góndolas, dado que el artículo está incluído en la lista de Precios Justos, los productores amenazaron con salir del programa si no se escuchan sus reclamos, lo que dispararía su valor.
El Gobierno nacional, a través de la Secretaría de Agricultura, será el responsable de definir el valor de la materia prima en un laudo. El tiempo apremia: según lo previsto, las tarifas deberían empezar a regir el 1 de abril y los empresarios presionan por una respuesta para organizar sus costos.
El problema surgió después de que las negociaciones entre el campo y los molinos fracasaran. Los industriales se mostraron intransigentes y, a pesar del avance de la inflación, pidieron mantener congelado el valor de la hoja verde. Cabe recordar que el año pasado el kilo se estableció en los 70,08 pesos.
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Los yerbateros quieren llevarlo hasta los 121,76 y recibieron el apoyo del gobierno misionero y la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre).
Por su parte el Instituto Nacional de Yerba Mate (Inym), entidad que agrupa a todo el sector, sugirió que se posicione en los 105 pesos. Esto fue aceptado por las cooperativas y los secaderos.
Caída en la producción
De manera paralela, la industria empezó a contraer su producción. El último relevamiento del Inym señaló que en febrero se destinaron 19.923.346 kilos al consumo local. Esto representa una caída de 246.238 kilos en apenas un mes, un 1,2 por ciento desde enero.
La misma tendencia se observa en el largo plazo: en el último año la cosecha de hoja verde cayó más de un millón de kilos (un 5,2 por ciento). De hecho, febrero del 2023 fue el período de menor producción en los últimos tres años.