Los 8 escalones tiene a su nueva reina. Su nombre es Josefina Lettieri, es Licenciada en Artes, docente universitaria y se convirtió en la persona con el premio más alto del programa: 24 millones de pesos.
Este miércoles a la noche su camino en el ciclo llegó al final. En la final por los 27 millones, contra Eugenia, una pregunta futbolera la condenó a lo que minutos después sería la derrota definitiva.
Más allá del desenlace, Josefina hizo historia en el programa que conduce Guido Kaczka. Ya más tranquila, en una entrevista con ElTrece, reveló secretos de su éxito, opinó sobre los haters en redes sociales y admitió la “dosis de suerte” que necesitó.
“En cuanto a la preparación, como la producción siempre te da los temas del primer escalón ahí ya podés estudiar. Lo mismo con el final: al saber quiénes son los jurados, podés comenzar a leer y prepararte. Lo que uno puede planificar son los dos extremos del programa, el principio y el final”, contó primero.
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Para la docente fue fundamental ir anticipándose en los escalones y ya ir teniendo una idea mental de lo que venía. Pero no todo es en ese momento, y hubo un “entrenamiento” especial que le sirvió “mucho”.
“Tengo en mi casa un juego con dados para armar palabras y nunca nadie quería jugar conmigo. Entiendo que no es divertido porque no podés ganar nunca, pero a mí me sirvió mucho para esa parte del certamen. Es uno de los juegos que más me divierte. Me ponía a armar palabras para ver a cuánto podía llegar. Me sirvió mucho que me haya tocado ese escalón”, reconoció.
Las infaltables críticas en redes sociales
La profesora también se refirió a los cuestionamientos que aparecieron en Twitter, Facebook e Instagram por no dejar ganar a otros participantes. Lo mismo ocurrió con mensajes de odio y envidia por haber conseguido un premio tan elevado.
Respecto a esto, Josefina dijo que intenta tomárselo con humor porque sabe que es pasajero: “Se trata de una competencia y se trata de ir e intentar ganar. No me hago cargo de lo que la gente que no me conoce piense. Trato de tomarme las cosas con humor porque son personas que no tienen el contexto de quién soy”.
“Me parece un montón. Cuando uno mira tele puede pasar que algo no te guste o interese, pero decís ‘qué aburrido’ y cambiás de canal. Jamás se me ocurriría ir y mandar un mensaje de odio. Sé que esto es parte de la exposición y que se va terminar”, reflexionó al mismo tiempo.
Y cerró: “Sé que las críticas están, pero no soy una monedita de oro para gustarle a todo el mundo. Elijo no engancharme con esas cosas. Sé que muchos de los comentarios, buenos y malos, son producto de lo que la gente tiene en la cabeza y de su percepción de las cosas”.