Descubrió su pasión por la escritura a los 27 años. Si bien desde niña su papá le fomentó la lectura, fue el libro “El Árabe” el que la marcó para siempre y le abrió este camino que la convirtió en una escritora de renombre. Florencia Bonelli, la autora cordobesa que más libros vende en el país, visitó Seguimos y reveló que se crió viendo los programas de El Doce, por eso sintió una alegría enorme al recibir la invitación.
Sin dudas es una referente de la novela histórico romántica, quien tiene acostumbrado a sus lectores a sumergirse en escenas eróticas con detalles muy minúsculos. Sobre esto, consideró que siempre le significó algo natural y subrayó en esta costumbre que tienen las personas de señalarle siempre a una escritora mujer cuando escribe en ese tono, algo que no le sucede a colegas hombres.
“Para mí era algo muy natural, llamaba la atención y las lectoras lo aceptaban con naturalidad. Muchas me han dicho ‘me sirvió para liberarme, para estar mejor con mi pareja, mi marido quiere que te lea’”, contó. Y en tono de broma, aceptó que digan que “genera cachondeo en parejas” y deslizó: “Todo lo que haga feliz a la gente...”.
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Desde la publicación de su primera novela a la fecha pasaron 25 años y la mayoría de sus personajes femeninos denotan empoderamiento. Sin embargo, Florencia Bonelli aseguró que no se siente feminista ni tampoco empoderada: “Empoderado tiene dentro la palabra poder y no me gusta, porque el poder implica que otro no lo tiene o que yo tengo la capacidad de ejercer algo, generalmente no positivo”.
“Prefiero decir que soy una mujer tranquila, serena, contenta con lo que hago y que lo que yo hago que a mí me gusta hace felices a los otros”, sintetizó. En ese sentido, afirmó que el “regalo más grande” que le dieron sus libros fue cuando lectoras y lectores le dicen “Flor, me ayudaste a superar un problema grave”. Aunque aclaró: “Yo no me senté a escribir para eso, quiero que quede claro, no es un mérito mío, será un mérito de la literatura, del poder de los libros”.
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Florencia Bonelli confirmó que en el único momento que se siente libre es cuando escribe: “Por eso no quiero que nada me condicione. Quiero ser libre. Pero no somos libres los seres humanos, ni siquiera en democracia. Tenemos muchas cosas que nos limitan incluso con las que nacemos que nos limitan”. Y agregó que en ese instante es cuando se siente una “creadora”. “¿Sabés el poder que te da eso? El poder de crear es la parte más divina que tiene el ser humano y es la que más castigan, la que menos enseñan y la que más tapan”, sostuvo.
Qué la llevó a ser escritora
Se recibió de contadora en la Universidad Católica de Córdoba y ejercía la profesión cuando descubrió su pasión por la escritura. La autora argentina destacó que fue su esposo quien la empujó a empezar a escribir sus propias novelas. “Ganaba mucha plata, cobraba un buen sueldo y dejé todo para seguir esto. Cuando yo empecé la novela romántica no existía y tuve un gran compañero que me apoyó y me lancé”, recordó Bonelli.
Después de un año de hacer las dos cosas al mismo tiempo, contadora de día y escritora de noche, su esposo le preguntó: “¿Creés en vos?”. Ella le respondió “sí” de manera muy segura y “saltó al vacío”. “Cuando la pasión es avasallante, no hay forma de que te detenga, sos una locomotora que avanza, es una cosa única y ojalá todo el mundo lo pudiera sentir”, reflexionó.
Pero para sorpresa de todos, la best seller cordobesa no le contó a toda su familia hasta que “Bodas de odio”, su primer libro, salió a la venta. “Los únicos que sabían era Miguel (esposo) y mi hermana Carolina. Y no le quería contar a nadie porque era medio un suicidio esto”, dijo entre risas. Hasta que llamó a su mamá y papá y cuando les confesó se pusieron a llorar al teléfono: “Fue un momento muy lindo”.
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Convivir con la crítica
En medio de un mundo virtual, donde las opiniones abundan e incluso las críticas poco constructivas, Florencia Bonelli que se definió como “autoexigente” fue muy clara con quienes dicen que el género que defiende no es literario: “No tengo problema con eso, yo hago algo que amo, lo hago con amor, respeto y compromiso enorme. Horas y horas trabajando y soy muy feliz haciéndolo”.
“No me importa lo que los demás piensen, no es asunto mío. Es muy difícil entender esto porque el ego es la mayor trampa del ser humano. Si vos estás mirando lo que dicen los demás de vos perdés concentración, perdés el amor. Lo que los demás piensen de mí no es asunto mío”, sentenció.
Sin embargo, remarcó que todo lo que le dicen las lectoras “es muy importante” porque tiene un “vínculo muy estrecho” y considera que “les debe todo”. Y ahí marcó la diferencia con la crítica literaria, ya que sostiene que busca en sus libros algo diferente a lo que buscan las lectoras y ella como escritora. “No importa, convivamos todos y estemos tranquilos”, cerró.
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