Matías Alé cumplió 47 años y tiró la casa por la ventana para festejar una nueva “vuelta al sol”. Rodeado de familiares, amigos y su novia, Martina Vignolo, el actor organizó una fiesta a todo trapo, con tintes bien bizarros.
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Para empezar, se disfrazó de El Guasón (o Joker, como dirán los más cinéfilos) y recibió a sus invitados en un bar del barrio porteño de Palermo. Pasadas las 21.30, llegaron los seres queridos al local, en donde fueron recibidos con pizzas, empanadas, tragos y cervezas. Cerca de las 22 llegó el agasajado vestido del mencionado villano.
Asimismo, la torta también aludió al personaje que antagoniza con Batman, con la inclusión de confites y golosinas que le daban un toque distintivo. Además, también hubo un pastel de la película Frozen junto a una gran fuente de chocolate.
No obstante, los tintes excéntricos del festejo tocaron su máximo nivel cuando Alé sacó una pistola que lanzaba dólares. Acto seguido, la comitiva pasó a otra sala, en donde hubo música y apareció la banda de cumbia Los Charros. La fiesta se prolongó hasta las 4.
Entre los famosos que acompañaron al mediático en su cumpleaños estuvieron Pablo Rago, Locho Loccisano, Carna, Toti Ciliberto y Fabián Gianola.
Pero el ágape tuvo su nota negra cuando una invitada denunció que le habían robado el celular. Preocupado por la situación, la primera reacción del actor fue aludir a que el teléfono se había perdido. “Somos todos conocidos, así que no creo que haya sucedido... somos todos amigos”, expresó, pero el aparato no apareció en la noche.