El fin de semana, Carolina “Pampita” Ardohain vivió uno de los momentos más angustiantes de su vida. Mientras ella se encontraba en España, delincuentes ingresaron a su casa de Barrio Parque y se llevaron una caja fuerte que contenía dinero, joyas y, sobre todo, los teléfonos con imágenes de su hija Blanca, quien murió en 2012.
Este lunes, tras recuperar los celulares, Pampita no pudo contener las lágrimas. “Si tenía la caja fuerte era por esos teléfonos. Yo no soy una persona rica, no tengo dinero ahorrado. Trabajo mucho y vivo bien, pero lo único importante que había en mi casa eran esos teléfonos. Después, todo lo demás, son pavadas”, confesó en un estremecedor testimonio.
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Conmovida, explicó que rezó todo el día para poder recuperarlos. “Le pedí a Dios, le pedí obviamente a mi hija. Era lo único importante porque no me quedó más nada de mi hija y ustedes lo saben. Solo los que hemos perdido familiares sabemos lo que es”, dijo en La Casa Streaming con la voz quebrada.
La modelo relató el momento exacto en que recibió la noticia. “Cuando Lizardo me dio la noticia yo estaba tramitando los pasaportes de mis hijos en la embajada de Chile y nos pusimos a llorar todos. Para mis hijos también es re importante tener ese material, así que estábamos abrazados llorando juntos y saltando de alegría”.
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Pampita también expresó su gratitud por el rápido desenlace. “Confié y le pedí a Dios, dije alguien bueno tiene que haber que sepa dónde está esto y mirá, fue muy rápido, fue cuestión de horas para que aparezca”, contó emocionada.
La recuperación de los teléfonos devolvió alivio en medio de la angustia, aunque el hecho de inseguridad reavivó su preocupación por la exposición de su intimidad. Más allá de lo material, Pampita dejó en claro que esos dispositivos tenían un valor incalculable.