Hoy Charly García cumple 74 años y Argentina celebra a uno de sus compositores más geniales, auténticos e influyentes. Su obra retrató como pocas el alma del país, pero también su personalidad rebelde y provocadora marcó una historia paralela: una tensa relación con Córdoba. Entre amor, escándalos y redenciones, repasamos diez episodios memorables del hombre que nunca pasó desapercibido. Córdoba, te amo, te odio, dame más.
1. Atenas 1983: el primer escándalo

El 8 de diciembre de 1983, en el estadio Atenas, pocos días antes del regreso de la democracia, Charly protagonizó un acto que quedó en la historia: tras recibir un pulserazo del público que no entendía su cambio de imagen, se bajó los pantalones en pleno show. “¿Quieren mirar?”, desafió. El hecho le valió una causa por “exhibiciones obscenas”, pero también lo consagró como símbolo del destape cultural que se venía.
2. El Cosquín Rock que explotó
En 2004, García cerró el Cosquín Rock en la Plaza Próspero Molina tras Fito Páez. Amanecía cuando subió al escenario, pero al fallar los micrófonos, su furia fue inmediata: rompió guitarras, micrófonos y un amplificador antes de irse con una frase lapidaria: “El comandante Say No More anuncia que estamos en problemas”. El caos posterior selló el destino del festival, que nunca más volvió a ese predio.
3. La revancha del 2005
Un año después, como gesto de reconciliación, Charly ofreció un show gratuito en el nuevo predio de San Roque. Llegó con horas de retraso, tras una escala en Rosario para comprar whisky, y comenzó justo en el punto donde había interrumpido “El Amor Espera” el año anterior. Luego de esa noche épica, su estadía en el festival terminó con una joya: su reencuentro en el escenario con Pappo.
4. El golpe del plomo
En noviembre de 2006, en el Club Juniors, García dio uno de su último show en Córdoba antes de la internación. Disconforme con el sonido, arrojó un micrófono y comenzó a golpear los equipos. Un asistente intentó calmarlo, pero Charly respondió con un golpe. “Es un machista”, dijo, buscando apoyo del público, que lo abucheó. Salió del escenario en limusina y no volvió. Fue el final del García más salvaje, el del “Say No More”.
5. La pelea con Piñón Fijo

El 25 de marzo de 2005, en el Teatro del Lago de Villa Carlos Paz, Charly interrumpió su show a los 40 minutos por problemas de sonido. Pero su enojo apuntó más alto: “No voy a tocar después de un payaso”, lanzó, en referencia a Piñón Fijo, que había actuado antes. El público recibió el reembolso, pero el incidente sumó un nuevo capítulo a su historial de desplantes cordobeses.
6. “Dejen de inventar”
En marzo de 2002, en el Pajas Blancas Center, el público coreó una versión futbolera del tema “Cerca de la revolución”. Charly, molesto, interrumpió la ovación y lanzó una frase que aún resuena entre sus fans: “Dejen de inventar, que para crear estoy yo”. Silencio absoluto. Luego siguió tocando, dueño absoluto de la escena.
7. “Cordobeses grasas, prefiero morir en Hollywood”
En febrero de 1987, durante el Festival de La Falda, un público hostil lo abucheó y García respondió con su estilo inconfundible: “Chau, escupan mucho pero no tiren nada. No me maten acá, porque prefiero morir en Hollywood”. Acto seguido, arrancó una versión furiosa de “No voy en tren, voy en avión”. Córdoba lo amó y lo odió al mismo tiempo.
8. El desmayo del Orfeo
El 9 de junio de 2012, en el Orfeo Superdomo, Charly ofrecía un show sobrio y elegante, ya recuperado de sus excesos. Pero en plena interpretación de “Canción de Dos por tres”, cuando dice “Ya no quiero seguir así repitiendo las agonías del pasado”, se desplomó sobre el teclado. Un susto que mostró su fragilidad y su tenacidad.
9. La limusina en el under

En mayo de 2003, tras tocar en el Orfeo, apareció inesperadamente en el bar 990 Arte Club, epicentro del rock alternativo cordobés. Mientras se realizaba una fecha por la legalización del cannabis con la participación de Armando Flores, pidió una guitarra y se sumó a tocar. El público, más afín a Manu Chao que al Say No More, terminó pidiéndole que se bajara. Él, por supuesto, hizo caso omiso.
10. El día que se aburrió del campo

El 4 de diciembre de 2003, invitado por Ludovica Squirru, Charly visitó por única vez Traslasierra para un show íntimo en Nono. Todo parecía fluir hasta que se cansó del entorno rural y lanzó: “En el campo no hay pilas, loco”. Minutos después, se subió al auto y regresó a Buenos Aires. Así era Charly: impredecible, genial y siempre en fuga.



