Juana Repetto compartió en sus redes un episodio tan cotidiano como desgastante que vivió junto a su hijo Belisario, de 3 años, y que terminó convirtiéndose en un verdadero caos doméstico. Todo ocurrió cuando al nene se le partió una banana… y nada volvió a tener sentido.
Según contó la actriz e influencer, Belisario estalló en un ataque de llanto inconsolable de casi 40 minutos porque quería comerse la banana entera. Intentó abrir otra, tirarla a la basura y empezar de nuevo, pero Juana —en un intento de poner límites— se lo negó. Esa decisión, confesó, fue el detonante de una tarde de gritos, patadas y angustia.
“Nada tenía sentido. Se le cruzó el moño. Quedó devastado de llorar, igual que yo”, relató en una historia de Instagram. A la tensión del momento se sumó un factor clave: Juana cursa un embarazo avanzado, por lo que no puede hacer fuerza para contenerlo o levantarlo. “Me da impotencia no poder hacerle upa. Me desespero”, confesó.
La actriz explicó que el comportamiento del nene está directamente relacionado con los celos por la llegada del nuevo hermano, algo que vienen trabajando pero que aflora en situaciones inesperadas. “Las madres sabemos que estas cosas pasan”, escribió.
Incluso se sinceró sobre su propia reacción: “Le agarré el brazo fuerte para que no me pegue. Fue todo mal. Yo terminé llorando también”.
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Después del episodio, Juana se cuestionó su decisión de haberse puesto firme con la banana: “Creo que esta batalla tendría que haber elegido no pelearla. A veces no puedo con mi genio, pero lo estoy laburando”.
Separada de la tormenta emocional, la pregunta que le quedó resonando fue tan simple como profunda:“¿Para qué? ¿Por qué no le di una maldita banana nueva?”.
Con humor, ironía y mucha honestidad, Juana cerró el descargo reflexionando sobre la maternidad real y dejando abierto el debate de sus seguidores.