La separación entre Paulo Londra y Rocío Moreno estuvo lejos de ser un proceso sencillo. En medio de las discusiones quedaron Isabella y Francisca, las dos hijas que tienen en común.
Uno de los momentos de mayor tensión fue el nacimiento de esta última. En aquel entonces, la pareja ya había decidido terminar su relación.
Moreno terminó acudiendo a la Justicia para que mediara entre las partes. En mayo, las autoridades dispusieron que las bebas permanecieran con su madre y que Londra debería hacerse cargo de una cuota alimentaria. A seis meses del acuerdo, allegados contaron cómo sigue el vínculo entre las nenas y sus papás.
Según publicó Teleshow, el cantante está cumpliendo con todas sus obligaciones económicas. Esto incluye el pago de la casa, alimentos y obra social para Rocío y las nenas. Por su parte, la influencer se está haciendo cargo de la mayor parte de la crianza: los cuidados diarios, turnos médicos y vacunas, entre otras cosas.
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Londra puede ver a sus hijas una vez por semana y fin de semana de por medio según lo acordado. La más pequeña todavía depende mucho de su mamá, aunque ya empezó con la alimentación complementaria y a ganar autonomía: Paulo se la lleva entre dos o tres horas o la ve en la casa de su ex.
Por otro lado, Isabella, la mayor, ya tiene casi tres años por lo que puede pasar más tiempo con su papá. Aunque los horarios del cordobés son complicados por su profesión, el mismo medio informó que Moreno hace todo lo posible por amoldarse a su situación y preservar el vínculo del padre con sus hijas.