Paula Chaves abrió su corazón como nunca antes y por primera vez relató, en diálogo con revista Gente, el difícil momento que debió atravesar en su vida hace un tiempo atrás. Su mamá, Alejandra Schultz, cayó en la depresión y “buscó alivio en el alcohol”.
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Una lucha intensa contra las adicciones que derivó en una internación urgente para que vuelva a ser la misma de antes. Todo comenzó cuando se separó de su papá, Miguel Ángel, en el 2000, cuando había dedicado toda su vida a las tareas domésticas y a sus hijos
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“Sin profesión, sin saber hacer nada y se deprimió. Yo estaba embarazada de Oli y me molestaba mucho con ella”, contó y agregó que después de varias actitudes extrañas, comenzó a tomar dosis dobles de antidepresivos, a mezclarlas con alcohol “y se perdió”.
Además, recordó un episodio que podría haber terminado en un desenlace fatal: “Cuando entramos en su casa y la vimos, en un cuadro tremendo, con la frente lastimada, supimos que no había otra opción más que la internación. Mamá estaba en peligro. Yo misma, embarazada de Balta, la llevé a la comunidad terapéutica. Con el dolor que implicaba: estaba tratando de ayudar a mi vieja en el momento en que yo más la necesitaba”, continuó angustiada Paula.
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Después de un año y medio de tratamiento aseguró: “Si hoy soy más feliz es porque la veo feliz. Recuperamos a la mamá que nos acompañó de cerca, que estaba pendiente en la primera fila de los actos del colegio, la que nos enseñó a cocinar y a comer saludable”. “Ya quisiera yo la garra de mi vieja. Hoy, a la distancia y siendo mamá, pude entenderla. La veo en casa, desviviéndose por mis hijos y le digo: ‘Vieja, ¿cómo pudiste volver a ser vos?’”.