“No debería estar acá”. Esta fue una de las principales definiciones de Anibal Lotocki desde el penal de Ezeiza, donde se encuentra alojado hace 85 días.
En exclusiva con Socios del Espectáculo el cirujano de los famosos rompió el silencio desde que fue arrestado. Cabe recordar que en octubre la Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional ordenó su detención de manera preventiva por entender que existía "riesgo procesal".
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“Supongo que mi situación se podrá revertir en el transcurso de los próximos meses porque si no voy a tener que esperar el juicio”, sostuvo en referencia a su procesamiento por la muerte de Cristian Zárate.
“La cuestión es que si soy absuelto, pagué un montón de tiempo de prisión siendo inocente. Nadie me devuelve el tiempo”, se quejó.
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Silvina Luna y mala praxis
“No son víctimas, son denunciantes”, disparó al ser consultado sobre Silvina Luna y los otros pacientes que lo acusaron por mala praxis. Intentó desligarse de cualquier responsabilidad y culpó a la empresa que le proporcionó el metacrilato que inyectó en los glúteos de la modelo.
“Yo usé un producto aprobado por la Anmat. La verdad es que no veo que haya hecho nada grave, me condenaron por un efecto colateral”, aseguró. Y agregó: “Hicimos una denuncia penal que será ratificada próximamente. Hay un Estado que tenía que controlar y no controló y un fabricante que dijo que el producto era de una manera y lo hizo de otra”.
En esa línea, afirmó que su conciencia está en paz y hasta remarcó que duerme “tranquilo”. Sobre la condena que recibió por el caso de Luna, se mostró optimista.
“Si bien tiene un doble conforme, ahora hay una nueva revisión del Tribunal de Casación, que me duplicó la condena a 8 años y me sumó un delito del que yo estaba absuelto. Esperamos tener novedades favorables”, señaló.
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La vida de Lotocki en la cárcel
El cirujano detalló que se vio favorecido por el pabellón en el que lo ubicaron. “Es de buena conducta, es toda gente tranquila, humanitaria, muy gentil y generosa”, comentó.
Dijo que todos los días se levanta a las 7.30 y que no tiene mucho más que hacer que algo de gimnasia, leer y estudiar. Por eso, para ocupar su tiempo, empezó a escribir un libro.
“Cuando uno está encerrado tiene mucho tiempo para reflexionar. Tuve tiempo de hacerlo y de escribir un libro que estará listo para editar en los próximos meses. Creo que es momento de hablar. Yo nunca he hablado, no he sabido hacerme escuchar y creo que ese fue un gran defecto, porque dejé que se hablara mucho”, lanzó.