En 1996 Ariel Tarico llegó desde su Santa Fe natal a Villa Carlos Paz con sus compañeros del colegio para vivir el clásico viaje de estudios. Hoy, 23 años después, camina las mismas calles de esa ciudad convertido en uno de los mejores imitadores de su generación. “Me acuerdo que aquella vez fui a Peko´s , ahora llevo a mis hijos”, dice con una sonrisa en Confesiones en el Camarín.
La radio le dio un alcance nacional, luego llegó el teatro y la televisión. Hoy está bajo el ala de Fátima Florez, sin lugar a dudas, la más versátil imitadora mujer del país. “Me vino bien sumarme a un show como el de Fátima con tanta producción y al lado de una grande como ella, porque hacía casi 10 años que venía haciendo espectáculos solo. Los escribía, los producía, estaba pendiente de la prensa, incluso de la boletería y este verano me vino muy bien para descansar de eso y además sentía mucho peso de encabezar siempre los espectáculos”, expresa con sinceridad.
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De la manera que él encaró este trabajo y de la forma en que delineó su perfil se puede decir que es un artista hiper informado. Su punto fuerte no sólo es lograr esa copia calcada del personaje en la voz y en lo gestual, sino también darle contenido, al igual que el “cómo”, el “qué” es también merecedor de aplausos.
Eso se evidencia cuando en la obra se calza el traje de Mauricio Macri y sale al encuentro de Cristina Fernández (gran caracterización de Fátima Florez). Es ahí cuando se logra el momento más alto del show. “Hay públicos muy extrovertidos que toman ese momento como una especie de catarsis”, cuenta; y agrega que él trata de que sea un personaje separado del personaje real, que intenta construir un “muñeco” aparte que sea querible para él y gracioso para el público.
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A los 34 años no descarta en algún momento dedicarse a la política. “Sería interesante a futuro. Si alguien me ofrece algo, al menos le diré ‘lo voy a pensar’”, asegura Tarico. Mientras tanto, se pone la máscara de Macri y juega a ser presidente… por un rato.
+ La nota con Tarico para Confesiones en el Camarín: