"Usando mi voz me solidarizo con todos mis amigos LGBT para repeler esta norma extremadamente discriminatoria. Espero que Mississippi recapacite y pueda volver para actuar para mis muchos fans. Espero ese día", manifestó el artista canadiense a través de un comunicado en las redes sociales.
Se trata de la ley de Libertad religiosa, que permite a los negocios, personas y organizaciones negar sus servicios (una mesa en un restaurante, una habitación de hotel, o cualquier tipo de atención) a personas gays, transexuales o cualquiera que pueda “ofender a alguien que tenga una sincera creencia religiosa”.
Adams agregó que considera que esta ley es “incomprensible” y que no puede “actuar en un Estado donde a ciertas personas se les niegan sus derechos civiles por su orientación sexual".
Esta polémica se suma a otra que se produjo hace dos días, cuando se conoció la noticia de la cancelación de un concierto de Bruce Springsteen en Carolina del Norte en protesta por otra normativa, la "ley de cuarto de baño". Ésta establece una serie de cuestiones sobre los baños públicos que deben usar las personas transgéneros. Por ejemplo, que las personas deben emplear los baños designados al sexo que se les asignó al nacer.
Tanto Adams como Springsteen consideran que estas dos leyes abren la puerta a nuevas formas de discriminación contra la comunidad LGTB. Las manifestaciones de rechazo a estas normativas se extienden también un grupo de actores, cineastas, directores y también empresas de diferentes sectores, que aseguran que estas leyes restringen derechos ciudadanos en nombre de la libertad religiosa.