En la madrugada del 26 de julio, Chano Charpentier protagonizó un violento episodio que casi le cuesta la vida: fue baleado por un policía en su casa cuando atravesaba por un brote psicótico.
Por este hecho, estuvo internado 18 días en el Sanatorio Otamendi. Debieron extirparle el bazo, un riñón y parte del páncreas. Luego fue trasladado a un centro terapéutico por sus adicciones.
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Lleva más de dos meses está en una comunidad terapéutica para recuperarse de sus adicciones. En una entrevista con Juana Viale en Almorzando con Mirtha Legrand, aseguró que va a "tomar esta tocada de fondo para que sea la última".
El músico reveló que durante la pandemia abandonó el tratamiento psiquiátrico ambulatorio y manipulaba la medicación. Estaba solo en su casa y comenzó a consumir alcohol y sustancias. "Iba a comprar sustancias llorando, no podía parar", confesó.
De aquella violenta madrugada, después de los repetidos y fallidos intentos de su mamá por internarlo, Chano Charpentier no recuerda nada. "Dos días antes no tengo registro, ni del ruido del disparo", detalló.
"Iba a comprar sustancias llorando, no podía parar"
"Dios sabe por qué hace las cosas. Ese balazo me sirvió, puedo aprender de esa tocada de fondo", se sinceró el artista. Insiste en que es otra oportunidad que le da Dios, en medio de tanto sufrimiento por el que tuvo que atravesar: "Sufrí el dolor de vivir, de estar vivo. La enfermedad la tengo desde chico".
Además, aseguró que no le guarda rencor al joven policía que le disparó y contó que se enteró de lo ocurrido cuando despertó en el hospital atado. "Ojalá que no tenga ningún problema, voy a decirle al juez que no tengo ningún rencor", auguró.
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