El pasado domingo, en la entrega de los premios Oscars, sucedieron cosas bochornosas como el escándalo entre Will Smit y Chris Rock. Pero también hubo un discurso que emocionó. Fue el de Troy Kotsur, actor de CODA, señales del corazón.
Esa historia se llevó el Oscar a mejor película y Kotsur fue, según la Academia de Hollywood, el mejor actor de reparto. Su mensaje conmovió porque además era la primera vez que un actor sordo ganaba un premio. Antes lo había ganado la actriz sorda Marleen Matlin por Te amaré en silencio. Casualmente ella interpreta a la mamá de esta familia donde solo una hija es oyente.
El fin de semana, sus palabras en lengua de señas, vistas por millones de espectadores, visibilizaron una discapacidad que muchas veces encuentra una barrera en la comunicación. En Argentina, de acuerdo a datos de 2018, la discapacidad auditiva representa 18% de las discapacidades.
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En la película la lengua de señas se volvió imprescindible de estudiar, tanto para la directora Sian Heder como para Emilia Jones, la actriz que interpreta a la única hija que no es sorda, y quien se encuentra en el dilema de elegir entre seguir con sus padres y ayudarlos en la pesca, su sustento económico, o seguir su sueño que es cantar.
La Facultad de Lenguas de la Universidad Nacional de Córdoba dicta cursos abiertos al público en general, al igual que el Instituto Superior de Lenguas y Culturas Aborígenes (Colón 2022), dirigido por Gerónima Martínez. El Doce estuvo en esta institución viviendo la experiencia de cómo es aprender lengua de señas, quiénes se interesan y por qué.
+ VIDEO: la experiencia en una clase de lenguaje de señas:
Gabriela Lesta es la encargada de la enseñanza. Con amplia experiencia en la materia desde hace varios años, educa a personas que tienen en su familia un integrante sordo y a personas que perdieron la capacidad auditiva, pero también a profesionales como médicos, trabajadores sociales, docentes y estudiantes de diversas carreras que se sienten motivados a aprender “el idioma de las manos”.
“La sociedad de Córdoba de a poco está empezando a interesarse más por la lengua de señas. Aprender depende de cada uno porque hay que estudiar mucho, en dos años aproximadamente se puede decir que una persona sabe la lengua de señas”, contó la profesional a Noticiero Doce.
Con respecto a la película CODA, la especialista rescata que ayuda a visibilizar el tema y que deja un mensaje sobre la importancia que es la ayuda y el acompañamiento entre los miembros de la familia para salir adelante.
Yamila, que es trabajadora social, resumió su experiencia: “Ahora que se habla de inclusión, me parece que este es el lenguaje inclusivo y tendría que darse en las escuelas desde la primaria”.