Ahhh…. ¡Qué día agotador! Así, a mil, pero con una sonrisa de oreja a oreja, entró ella al estudio (“Mi Otro Yo”- viernes 21hs. - Canal C).
Ella es Coki Ramírez, como siempre se hizo llamar, desde que empezó a deberle el apodo a una marca de bebidas: “Mis papás tenían una situación económica ajustada, y nosotros jugábamos entre cajones y gaseosas. De ahí viene mi apodo de Coki".
Hoy reparte su tiempo entre su familia que tanto ama y su arduo trabajo como cantante, dado que se ha hecho, a costa de mucho esfuerzo y trabajo, un importante lugar dentro de la música melódica.
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Siempre agradecida, reconoce que el gran motor de su pasión por la música fue Alberto Plaza: “Él es todo para mí, me enseñó todo lo que sé de este oficio”. Le consulté sobre la versión de que tuvo una relación amorosa con Plaza. Lo niega absolutamente, pero reconoce que es una persona sumamente importante para ella: “Alberto me pone en eje siempre y me alinea la vida”.
"El Bailando fue un quiebre en mi vida"
Tiene muy en claro sobre lo que quiere o no para su vida: “Siento que aún tengo cosas pendientes conmigo misma”, dice.
En cuanto a la maternidad, siente que debe surgir algo muy fuerte interiormente, que le impulse a tener un hijo: “Aún no tuve el instinto de ser madre”, asegura.
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Vive para su trabajo y para disfrutar de su familia. Y puede compartir muchos momentos con sus padres, aunque ya no están juntos: “Mis papás están divorciados pero se llevan mejor que nunca”, dice sonriendo.
“En la vida real no hubiera funcionado una relación con Marcelo”
Es una mujer de una energía muy especial. Ella lo percibe. Y cree mucho en las señales que la vida le va dando: “Creo fuertemente en la ley de atracción”.
Sobre su relación con Marcelo Tinelli, ella asegura que lo vivieron casi como un juego. Y si bien reconoce lo importante que fue haber pasado por el programa de mayor exposición de la televisión, hay cosas que solo son posibles dentro de un estudio de grabación: “El Bailando fue un quiebre en mi vida, pero en la vida real no hubiera funcionado una relación con Marcelo”.
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Vive sola en su departamento. En realidad vive con su perro, al que cuida como a un integrante de su familia. Porque al que quiere como a un hijo es a su sobrino, por ello se le caen las lágrimas cuando él le dedica unas palabras en un video para el programa.
No descree del matrimonio, pero hasta aquí no había llegado nadie que le hiciera pensar en una relación más estable, aunque los ojos le brillan cuando cuenta sobre su vida actual: “Estoy comenzando una relación amorosa…”.
Terminó el programa. Se fue con la misma sonrisa con la que había llegado. Ella es así. Transparente, fresca y apasionada, como la ves vos arriba de un escenario.
