El arte urbano empieza a ganar terreno en el interior de la provincia de Córdoba. Cuatro silos molineros ubicados en pleno centro de la ciudad de San Francisco se convirtieron en un imponente mural. La obra se llama “La vaca que se fue volando” y es otra loca idea del muralista porteño Alfredo Segatori.
“Para pintarlo usé 40 latas de veinte litros de pintura y cerca de cincuenta aerosoles”, cuenta el artista, que fue invitado por la ciudad del este provincial para darle color a la Avenida 25 de Mayo.
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Rápidamente las imágenes del mural se viralizaron en las redes sociales: “Llamó mucho la atención estas vacas modernas que escuchan música, usan lentes y hasta pueden volar”, cuenta el autor entre risas.
Segatori ha recibido diferentes reconocimientos por trabajos anteriores. Pintó a Maradona en el barrio de La Boca y entre los últimos trabajos se destacan el “Panda Pandemial” y “Mirando Miranda”, la jirafa de 40 metros en medianeras porteñas.
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Alfredo iba a ser profesor de educación física y nutricionista, pero hoy está orgulloso de poder vivir del muralismo: “El arte me atrapó. Mi mamá María Sola, es pintora de toda la vida y llevó por ese costado. Hoy por suerte me gano la vida haciendo lo que me gusta”.
En Córdoba tiene varios trabajos pendientes. Fue contactado por la Municipalidad para sumarse al programa de arte urbano que ya recibió la visita de muralistas de todo el país: “Sé que hay grandes artistas allá y muy pronto voy a plasmar algo propio en las calles cordobesas”.