En 1979, Christie Brinkley llegó a uno de sus grandes éxitos en su carrera como modelo al ser la tapa de Sports Illustrated. Para quienes vivieron esa época, su belleza quedó grabada en la retina.
Casi cuatro décadas después, los productores de la publicación le ofrecieron volver a la portada. Y le añadió un detalle no menor: si aceptaba, la iban a acompañar sus dos hijas, también modelos, de 31 y 18 años.

"Mi primer pensamiento fue: '¿A mi edad? ¡No!'", repasó Christie, y explicó que "cuando cumplí los 30 pensaba que esa sería mi última vez posando en bañador. Pero hacerlo con mis chicas... pensé: ¡Una última vez!".
¿Qué motivo la hizo animarse? Simplemente el respeto por la belleza femenina, tenga la edad que se tenga. "Las mujeres se sienten muy limitadas por su edad. Estas fotografías ayudarán a redefinir esa edad y eliminar temores sobre la vejez", le dijo a la revista People. La edición de Sports Illustrated saldrá a la venta este 15 de febrero.
