"Nos fuimos en un colectivo que salió especialmente para llevarnos al show". "Tuvimos que rogarles a nuestros padres que nos acompañen a Cosquín". Con lujo de detalles, Alejandra y Sandra recuerdan lo que hoy a la distancia se lee como algo histórico e inédito en el paso de Luis Miguel por Argentina: su actuación en la mítica Plaza Próspero Molina.
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Fue un 25 de febrero de 1989, en el marco del ciclo Febrero Musical organizado por el Gobierno de la Provincia. Pero su actuación se dio gracias a Dyango. Es que por alguna razón, la presentación del español se cancela y en su lugar, aparece el adolescente Luis Miguel que tenía previsto un recital en el club Atenas de la ciudad de Córdoba el 11 de marzo. "Las señoras que habían pagado por Dyango se tuvieron que ir porque las aturdimos", cuentan hoy las fans entre risas.
Mientras recorremos la vida del artista mirando fotos, entradas y recortes de diario, Alejandra y Sandra relatan el sorpresivo ingreso al escenario que tuvo el Rey Sol: "Él y todos sus músicos estaban vestidos con mamelucos blancos, como si fueran técnicos. En ese momento pensamos que había algún problema y que el show no se hacía. Pero de pronto, se saca esa ropa y comienza a cantar. Estábamos muy emocionadas. Después repetiría esa entrada en Atenas y nunca más volvió a hacer algo así", relatan las mujeres.
Luis Miguel tenía entonces 18 años, venía a presentar el disco "Un hombre busca a una mujer", era un producto para adolescentes y, por ejemplo, La Voz del Interior poco hablaba de él. Buceando en el archivo del diario se puede ver una publicidad, una gacetilla los días previos y otros avisos en la tapa del diario del 25 de febrero de 1989. Pero ninguna foto de ese día. Aunque las fans, sí las tienen. Alejandra escribió la crónica que los medios gráficos no hicieron: en su "diario de recitales de Luis Miguel" describe con lujo de detalles cómo fue el recital y las canciones que cantó. Se lee "Isabel" o "Fría como el viento".
Mientras tanto, Gabriela, otra histórica seguidora, no se queda atrás y muestra su colección de discos y rarezas.
Definitivamente, si existe algo parecido al término "guardianas del patrimonio Luis Mi"... ahí están ellas.